lunes, 12 de octubre de 2009

Un sueño




Esta noche se va a su cama con un pijama a rayas.
Cuando el sol se oculta, es su almohada su peor enemiga.
La tristeza y los recuerdos se apoderan de ella y controlan sus sentimientos.
Cierra los ojos, los cierra con miedo.
Últimamente sus sueños se han convertido en pesadillas.
No lo ve a él, como lo conocía.
Solo ve lo que le sucedió y toda esa melancolía.
Las lágrimas caen desde sus ojos cerrados.
La misma escena otra vez: el sonido de las llantas que intentan vencer a la velocidad,
un golpe en seco,
gritos en el fondo
y sangre en el piso.
La misma cantidad que pasando a gran velocidad por su corazón, la obligan a despertar de
un salto.
Se mantiene despierta hasta el amanecer.
No quiere cometer el mismo error otra vez:
ese rito habitual de tener que dormir.
Durante el día intenta pensarlo solo un poco;
Lo recuerda en pequeños trozos, difíciles de digerir.
El apuro del día logra que lo olvide y en un momento de silencio cae rendida en su cama.
Sueña un sueño.
Aunque éste es uno diferente, se parece mucho a como un sueño de verdad debe de ser.
Aparece él escondido entre sus sábanas, intentando no despertar. A pesar de estar dormido, ilumina ese cuarto que ahora está tan vacío.
Ella lo observa con todo el amor y todo el cariño que una madre le puede tener a un hijo. Lo observa descansar.
Sin que se lo esperase, él abre sus ojos. Se levanta y lentamente se acerca a su madre. La abraza y en un susurro le dice en su oído:

- “Hoy he soñado contigo, fue muy bonito volverte a ver".

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