lunes, 12 de octubre de 2009

Australia


Una vez lo conocí.
Mis ojos se iluminaron más que el sol
y fue así como creo que llamé su atención.


Me dijo que venía de un sitio muy lejano.
De ahí donde un canguro es como
si fuera tu siberiano.


Me contó que quería ser doctor.
A causa de una mala experiencia
que le rompió el corazón.


Me dijo en una lengua extraña
que sin saber dónde ni cuándo
nos volveríamos a ver.


Yo le contesté, en mi lengua extraña
que sin saber cuándo ni dónde
siempre lo esperaré.


Una vez me conoció.
Sus ojos se iluminaron más que el sol
y fue así como creo que llamó mi atención.

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