viernes, 14 de enero de 2011

You know I'm no good



No hay que perder el encanto de conocernos más.
Quedémonos con la primera impresión de no saber
quién
somos
en realidad.

viernes, 7 de enero de 2011

Wrong



Caminamos por la vida siendo torpes en nuestras decisiones. Solemos arrepentirnos de lo vivido, queremos regresar al pasado y cambiar lo dicho o lo hecho. Nos decepcionamos de nuestras reacciones, de lo que sentimos, de lo que dijimos o de lo que callamos.
¿Por qué?
Las mejores historias o anécdotas, las mejores novelas, cuentos y películas nacen de una vida que ha sido totalmente vivida.
Equivócate, comete errores, prueba cosas nuevas. Diviértete y ten muchas aventuras. Ríe, llora y grita en cada una de ellas. Sabemos que volverás a reír, llorar y gritar cada vez que las cuentes.
Falla. Cáete, levántate y vuelve a intentar.
Por más cliché que pueda sonar: la vida es solo una y es muy corta. Equivócate todo lo que puedas.

jueves, 6 de enero de 2011

Laberinto


Foto: Fito Espinoza

Ella estaba recostada sobre su pecho.

                “Te quiero, ¿sabes?”

Él le dio un beso a lo más cercano de su frente.

                “Yo también te quiero”, le contestó.

Ella levantó la cabeza y subió hasta que sus ojos se encontraron directamente con los de él. Sonrió.


Antes ella no hubiera tenido la valentía de poder mirarlo a los ojos. Tenía miedo de perderse en los ojos de otro, verse vulnerable frente a él y enamorarse.

Había pasado por varias decepciones que fueron construyendo altas murallas a su alrededor, creando un laberinto del cual era casi imposible de escapar. Ella, en el medio, solo conocía su soledad.
Sabía que existía solo un camino para llegar hasta ella, pero no sabía cuál era. Hasta ese momento nadie se había atrevido antes a aventurarse en su rescate.

Nadie, hasta esa noche, había logrado lo que él logró. El único que decidió correr el riego de lo inesperado y decidió buscarla sabiendo que tal vez nunca podría salir de ese laberinto.

Y ahora ella se encontraba venciendo su miedo. Ahora miraba directamente los ojos del único que hasta hoy ha sido capaz de perderse en sus ojos.


                “Valió la pena esperar-te”, le dijo.

Y ambos se perdieron en los labios del otro.