sábado, 24 de septiembre de 2011

Silencio


Hemos hecho el mutuo acuerdo
de no decirnos nada.
De comunicarnos solo
mediante la mirada.

Tus dedos se posan en mi rostro
y acarician mi cabello.
Me dicen en silencio todo lo que
a las palabras le falta.

Mis manos que se deslizan
con ternura y miedo,
dicen todo lo que mis labios callan.

Un beso en silencio.
En silencio, un beso.

Es la comodidad
de la confianza.

martes, 12 de julio de 2011

Palabras


Tu boca entreabierta
robándose mis últimos suspiros.

Y cómo quisiera que
tus labios terminaran las palabras
que aparecen en tu mente.

Cómo quisiera que tus ojos
me miraran de frente.

Cómo quisiera...

Que tu boca entreabierta
no llegara a pronunciar
palabras que mienten.

lunes, 16 de mayo de 2011


Enredarme palabra por palabra, letra por letra.
Mi lengua no le encuentra orden a tu nombre.

No tener idea de la existencia de mi ser.
Extrañar en exceso mi otra mitad.

Perderme entre sombras de tu recuerdo.
Encontrarme en el descontrol de tu pelo.

Desear de noche lo prohibido.
Y en un sueño cumplirlo.

Mis labios reclaman labios.
Tus labios reclaman los míos.

No hay unión coherente que no termine.
Ni separación sin reencuentro.

Soñar con los ojos abiertos.

Esperar un abrazo roto que se confunda
con mi último suspiro.


martes, 29 de marzo de 2011

(



La soledad que aísla mi cuerpo,
la mentira que engaña.
Una depresión sin motivos
ni explicación.

La locura que ahora es dueña,
la incertidumbre de mi ser.
Una angustia sin calma,
una lágrima a punto de caer.

Una mente en blanco,
un sufrimiento a solas.

Es impredecible cuando los sentimientos
conquistan y las
(razones)
(acciones)
dejan de valer.

sábado, 5 de marzo de 2011

Es triste



cuando las hojas secas 
pierden su color marchito

y solo quedan los pedazos de lo
que alguna vez 

fueron

pisadas por un niño.

sábado, 26 de febrero de 2011

Círculo vicioso



Si pudieras presenciar cuando
tus palabras luchan con mis demonios,
y pierdo.

Quedo sumida en una oscuridad tan
inmensa que soy incapaz de salir
de ahí.

Quedo herida y perdida.
Sola y vacía.

Y no hay consuelo más grande
que tus mismas palabras.

Es un círculo vicioso en el
que estamos viviendo.

viernes, 11 de febrero de 2011

Historia de la lágrima que nunca cayó




En noches como esta,
una lágrima intenta deslizarse sobre mi rostro.
Quiere saber lo que es sentirse 
lágrima derramada.

En noches como esta,
intento ser fuerte y ocultar el dolor que existe en mi alma.
La soledad que engaña a mi destino.
La soledad que acompaña a esa lágrima al ver sus
compañeras caer siempre hacia la nada.

En noches como esta,
convence a mis ojos a acompañarla.
Y entre las dos comienzan a humedecer mi mirada.

Es fiel a su único destino:
Nacer y morir
sobre mi piel.

domingo, 6 de febrero de 2011

Andando sin andar




Ando perdida entre recuerdos y nostalgias.
Ando fuera de esta realidad.
Ando cegada
y muda
y sorda.

Ando sin andar.

Ando quieta
y la mirada fija
sobre el mismo lugar.

Ando sin sentido.
Olvidadiza
y  recordadiza.

Ando sola y
perdida

entre nostalgias y recuerdos.

viernes, 14 de enero de 2011

You know I'm no good



No hay que perder el encanto de conocernos más.
Quedémonos con la primera impresión de no saber
quién
somos
en realidad.

viernes, 7 de enero de 2011

Wrong



Caminamos por la vida siendo torpes en nuestras decisiones. Solemos arrepentirnos de lo vivido, queremos regresar al pasado y cambiar lo dicho o lo hecho. Nos decepcionamos de nuestras reacciones, de lo que sentimos, de lo que dijimos o de lo que callamos.
¿Por qué?
Las mejores historias o anécdotas, las mejores novelas, cuentos y películas nacen de una vida que ha sido totalmente vivida.
Equivócate, comete errores, prueba cosas nuevas. Diviértete y ten muchas aventuras. Ríe, llora y grita en cada una de ellas. Sabemos que volverás a reír, llorar y gritar cada vez que las cuentes.
Falla. Cáete, levántate y vuelve a intentar.
Por más cliché que pueda sonar: la vida es solo una y es muy corta. Equivócate todo lo que puedas.

jueves, 6 de enero de 2011

Laberinto


Foto: Fito Espinoza

Ella estaba recostada sobre su pecho.

                “Te quiero, ¿sabes?”

Él le dio un beso a lo más cercano de su frente.

                “Yo también te quiero”, le contestó.

Ella levantó la cabeza y subió hasta que sus ojos se encontraron directamente con los de él. Sonrió.


Antes ella no hubiera tenido la valentía de poder mirarlo a los ojos. Tenía miedo de perderse en los ojos de otro, verse vulnerable frente a él y enamorarse.

Había pasado por varias decepciones que fueron construyendo altas murallas a su alrededor, creando un laberinto del cual era casi imposible de escapar. Ella, en el medio, solo conocía su soledad.
Sabía que existía solo un camino para llegar hasta ella, pero no sabía cuál era. Hasta ese momento nadie se había atrevido antes a aventurarse en su rescate.

Nadie, hasta esa noche, había logrado lo que él logró. El único que decidió correr el riego de lo inesperado y decidió buscarla sabiendo que tal vez nunca podría salir de ese laberinto.

Y ahora ella se encontraba venciendo su miedo. Ahora miraba directamente los ojos del único que hasta hoy ha sido capaz de perderse en sus ojos.


                “Valió la pena esperar-te”, le dijo.

Y ambos se perdieron en los labios del otro.