Te importaría si te dijera que soy torpe en ciertas cosas, que suelo tropezar al caminar y mis codos golpear. Te importaría si en ocasiones no se entiende lo que digo, que me enredo y tartamudeo. Y si tengo mala memoria y fechas importantes olvido. Y si soy floja y constantemente me aburro. Te importaría si te digo que no sé cocinar, que no sé nada de vinos y que prefiero un Cartavio Black. Que canto en la ducha pero no sé cantar o que no soy para nada fotogénica. Te importaría si te digo que mi risa es fuerte y escandalosa, que no la puedo controlar; y que a veces los nervios me ganan y me río igual. Y que si por momentos me deprimo, me dejo llevar y una lágrima puedo derramar. Te importaría si te digo que me ilusiono sin razones, que invento fantasías para alejarme de la realidad. Te importaría si te digo que prefiero escuchar y observar. Que me pierdo contemplando pequeños detalles y me distraigo. Que no presto atención o que me desconcentro sin razón. Y que soy despistada y olvidadiza. Te importaría si te dijera que las películas de terror me asustan y que en las noches, antes de dormir, siento miedo. Te importaría si la mayoría de mis amigos son hombres y que a todos los quiero. Y si te digo que me encanta mi cama y dormir hasta tarde. Y si descubrieras todos mis defectos. ¿Te importaría y me dejarías?
- No, no me importaría… y nunca te dejaría.
Porque me gusta cuidarte y engreírte. Porque es divertido intentar entenderte, es todo un reto. Porque lo que olvides yo te lo recuerdo. Me encanta divertirte y cocinarte. Y no importa lo que tomemos sino compartirlo contigo. Porque me encanta que cantes y tus fotos de imprevisto. Y tu risa… tu risa me da risa. Porque en los momentos que te deprimas yo estaré ahí para secar tus lágrimas. Que yo soy tu ilusión... fantaseemos juntos. Porque me encanta que te des cuenta de esos pequeños detalles que nadie ve, que te distraigas, que seas despistada. Porque me encanta que tomes fuerte mi mano cuando te asustas y porque me encanta abrazarte para hacerte sentir segura. Y tus amigos… si tú los quieres, yo también los quiero. Porque me encanta que las mañanas sean eternas a tu lado. Y tus defectos… son tus defectos lo que te hacen perfecta.
